Los recursos estilísticos o figuras retóricas modifican el texto con la finalidad de incrementar su expresividad, intensificar la imaginación, embellecer el mensaje o impresionar al lector. Su aplicación depende del género literario y de la intención comunicativa del autor.
También se asocian a formas no convencionales en el uso de palabras, de las cuales no pretende cambiarse el sentido, simplemente en un recurso que utiliza el escritor para llamar la atención.
Son frecuentes en poesía, prosa, publicidad, política, textos amarillistas y en el lenguaje coloquial. Se presentan tres recursos estilísticos, que ayudan a entender su uso e intención en la redacción de textos.
Nivel fónico. Fenómenos de reducción.
Aféresis: Eliminación al inicio de una palabra de alguno de sus sonidos. Ejemplos: Psicología por Sicología. Psoriasis por Soriasis.
Síncopa: Supresión de uno o más sonidos. Ejemplo: Cantado por cantao.
Apócope: Pérdida o desaparición de uno o varios fonemas o sílabas al final de algunas palabras. Ejemplos: Bicicleta por bici. Fotografía por foto.
Nivel fónico: Fenómeno de adición.
Prótesis: Agregar un fonema al principio de una palabra sin alterar su significado. Ejemplos: Completar por acompletar. Scola por escuela.
Nivel morfo sintáctico.
Anáfora: Repetición de palabras al comienzo de una frase o verso. Ejemplo: ¡Oh noche que guiaste! ¡Oh noche amable más que el alborada! ¡Oh noche que juntaste!
Asíndeton: La eliminación de nexos o conjunciones que unen los elementos de una oración. Ejemplo: “Llegué, vi, vencí” en lugar de “Llegué, vi y vencí”
Calambur: Reagrupación de sílabas o palabras para dar lugar a otras con un significado distinto, incluso contradictorio. Ejemplo: Mi madre estaba riendo. Mi madre está barriendo.
Concatenación: Encadenar palabras a lo largo de frases o versos sucesivos. Ejemplo: En el mar hay una torre, en la torre hay una ventana, y en la ventana hay una niña.
Derivación: Repetición de una misma palabra con diferentes morfemas flexivos. Ejemplo: Lo que queremos nos quiere, aunque no quiera querernos.
Elipsis: Omitir alguno de los elementos necesarios de la oración. Ejemplo: Yo llevaba flores y ellos (llevaban) el incienso.
Enumeración: Consiste en la acumulación de palabras. Ejemplo: Lo definió sincero, noble. altivo.
Hipérbaton: Consiste en alterar el orden lógico de las palabras en una frase. Ejemplo: “Si mal no recuerdo” por “Si no recuerdo mal”.
Paralelismo: Repetición de una misma estructura gramatical. Ejemplo: Que te amo con el alma, que te quiero con el corazón.
Perífrasis: Utilizar más palabras de las necesarias para expresar una idea o concepto. Ejemplo: Decir “La ciudad eterna” en lugar de decir “Roma”.
Pleonasmo: Utilizar palabras innecesarias que no añaden nada nuevo. Ejemplo: ¡Cállate la boca!, en lugar de ¡Cállate!
Nivel léxico semántico.
Alegoría: Representar una idea figuradamente a través de formas humanas, animales o seres inanimados. Ejemplo: Hoja seca solitaria que te vi tan lozana ayer. (Alegoría sobre la vejez).
Antítesis: Consiste en contraponer dos términos que expresan ideas de significado opuesto o contrario. Ejemplo: Es tan corto el amor y tan largo el olvido.
Apóstrofe: Consiste en invocar o dirigir la palabra con vehemencia en segunda persona a seres animados o inanimados. Ejemplo: ¡Oh noche que guiaste! ¡Oh noche amable más que el alborada! ¡Oh noche que juntaste amado con amada, amada en el amado transformada!
Comparación o símil: Comparar un término real con otro imaginario. Ejemplo: Eres duro como el acero.
Epíteto: Uso de adjetivos innecesarios que no añaden ninguna información suplementaria. Ejemplo: “La blanca nieve” en lugar de “La nieve”.
Exclamación retórica: Busca transmitir una emoción intensa. Ejemplo: ¡Oh sorpresa! ¡Ah, cuánta mentira hay en esos argumentos!
Hipérbole: Consiste en exagerar el mensaje. Ejemplo: Te mando infinitas gracias.
Ironía: Consiste en dar a entender lo contrario. Ejemplo: ¡Qué listo eres! (Cuando quiere dar a entender que es tonto).
Metáfora: Consiste en identificar algo real con algo imaginario o evocado, existiendo entre ambos una relación de semejanza. Ejemplo: El tiempo es oro. Tus dientes son perlas.
Metonimia o sinécdoque: Designar una cosa o idea con el nombre de otra con la cual está relacionada semánticamente. Ejemplo: Póngase de pie el primer violín de la orquesta. (Se re ere al músico que toca el violín).
Paradoja: Consiste en la unión de dos ideas que en un principio parecen imposibles de concordar. Ejemplo: Sólo sé que no sé nada.
Personificación o prosopopeya: Consiste en atribuir cualidades o acciones propias de seres humanos a animales, objetos o ideas abstractas. Ejemplo: La naturaleza es sabia. Las estrellas nos miraban.
Existen dos tipos de términos en la redacción basada en los recursos estilísticos:
El término implícito se refiere a un concepto que no se manifiesta de forma abierta o directa, esto es, que no se expresa, por lo mismo se puede o no inferir que está presente. Esto deja que el sentido del mensaje se pueda perder, al no haber información concisa.
El término explícito significa, que es un concepto claro y totalmente expresado, que no deja abierta la posibilidad de una diferente interpretación por parte de la persona que recibe el mensaje, porque los términos están expuestos de forma sencilla y clara.
Dependiendo el género que se utilice y las intenciones de la persona que comunica, se van encontrar con mensajes implícitos o explícitos.
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